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"La Historia no es el simple estudio del pasado, es la interpretación de acontecimientos que de algún modo han cambiado el panorama actual social, político y económico"; por ello, te invito a que interpretes, comprendas y analices estos hechos y analices cómo transforman el presente...

martes, 28 de agosto de 2012

ESQUEMA DE CALIFICACIÓN PRUEBA 3

Juzgue las consecuencias de la “revolución tranquila” en Canadá durante la década de 1960.  

La “revolución tranquila” de la década de 1960 fue un período de intensos cambios en Quebec
Canadá, caracterizado por la rápida y eficaz secularización de la sociedad, la creación de un estado
de bienestar, y una realineación política en dos facciones, los federalistas y los separatistas. 

El gobierno provincial tomó a su cargo las áreas de sanidad y educación, que habían estado en
manos de la Iglesia Católica.  Creó ministerios de educación y salud, amplió el servicio público,
e hizo enormes inversiones en el sistema de educación pública y en la infraestructura provincial. 
El gobierno permitió la sindicalización de la administración pública.  Tomó medidas para aumentar
el control de Quebec sobre la economía de la provincia y nacionalizó la producción y distribución
de electricidad.  También dio lugar al surgimiento de un poderoso movimiento separatista e incluso
a actos de terrorismo, lo que unió sólidamente la ideología del nacionalismo y el deseo de
cambio social. 
 
Compare y contraste el ascenso al poder de dos líderes populistas en América Latina entre
1945 y 1979. 


Los alumnos encontrarán muchos ejemplos para responder esta pregunta.  Casi todas las naciones
latinoamericanas han tenido líderes populistas en algún momento, pero el marco temporal excluye
los primeros períodos de Vargas (1930–1945), y Lázaro Cárdenas (1934–1940).  Entre los posibles
ejemplos pueden encontrarse: Perón en Argentina, Castro en Cuba, Kubitschek, Goulart y Quadros
en Brasil, y Betancourt en Venezuela, Paz Estenssoro en Bolivia, Ibáñez en Chile, Velasco Ibarra en
Ecuador, pero acepte cualquier otra figura pertinente elegida por el alumno, siempre que sea un
“líder populista” y corresponda al período.  Asimismo, los ejemplos válidos están limitados a
aquellos líderes populistas que realmente llegaron a gobernar.
Una buena estrategia para esta pregunta es empezar definiendo “populismo”: el populismo se
relaciona generalmente con una amplia campaña electoral llevada a cabo por un líder “carismático”
con atributos especiales (a menudo, una persona ajena a la política), con la participación de las
masas (es decir, el “pueblo”, o lo “popular”, de ahí el populismo), y con fuertes llamamientos al
nacionalismo o al orgullo cultural.  Los movimientos populistas que triunfan, normalmente evitan
las instituciones políticas como la Iglesia, la oligarquía, los partidos políticos, los periódicos y las
élites, centran sus actividades en las urbes y cortejan en especial a las clases trabajadoras, aunque
suelen formar coaliciones heterogéneas y a veces poco estables.  El populismo puede asociarse con
una ideología de izquierda o de derecha, pero por lo general carece ostensiblemente de una doctrina
identificable. 

Pueden examinarse algunas de las siguientes cuestiones: los métodos por los que el líder llegó al
poder; los grupos que le apoyaron y los que se opusieron a él.  ¿Desempeñó la ideología algún papel
en el ascenso al poder?  De ser así, ¿cuál fue?  De no ser así, ¿qué era lo atractivo que ofrecía
el líder?  ¿Cuál fue el ambiente político, social o económico del país que favoreció su ascenso? 
 
“Durante la guerra fría, Canadá y Estados Unidos tuvieron desacuerdos sobre ciertas
políticas.”  ¿En qué medida está de acuerdo con esta opinión?


Las respuestas a esta pregunta probablemente adoptarán una postura intermedia y contestarán que
“en cierta medida”.

Canadá desempeñó el papel de potencia intermedia en la guerra fría.  Durante la rivalidad
EE.UU./Unión Soviética, Canadá estuvo normalmente del lado de EE.UU. y Occidente. 
No obstante, la oposición a la guerra de Viet Nam y la relación de Canadá con China y Cuba, junto
con el mandato del primer ministro Pierre Trudeau, hicieron que con frecuencia Canadá estuviera
enemistado con sus vecinos occidentales. 
 
Para defender a América del Norte de un posible ataque enemigo, Canadá y Estados Unidos
empezaron a colaborar muy estrechamente en la década de 1950.  El Comando de defensa
aeroespacial norteamericano (NORAD) creó un sistema de defensa aérea conjunto.  En el norte de
Canadá, se estableció la línea de aviso temprano distante (la línea DEW), para alertar sobre los
bombarderos soviéticos que se dirigían al Polo Norte.  Surgió un gran debate siendo John
Diefenbaker primer ministro, sobre si Canadá debía aceptar o no armas nucleares de Estados
Unidos en su territorio.  Diefenbaker ya había aceptado comprar el sistema de misiles BOMARC a
los norteamericanos, que sería inútil sin las cabezas nucleares, pero obstaculizó el permiso para
entrar las armas a Canadá.  En las elecciones canadienses de 1963, Diefenbaker fue sustituido por el
diplomático Lester B. Pearson, que aceptó las cabezas nucleares.  Las tensiones aumentaron cuando
Pearson criticó el papel estadounidense en la guerra de Viet Nam en un discurso que dio en la
Universidad de Temple, en Filadelfia, Pensilvania, así como en cuando los Estados Unidos no
cumplió con otros acuerdos hechos con Canadá.

Canadá mantuvo lazos diplomáticos y económicos con Cuba después de la revolución cubana.
También rehusó formar parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), ya que no estaba
de acuerdo con el apoyo y la tolerancia de la OEA a los dictadores durante la guerra fría.  Bajo el
mandato del sucesor de Pearson, Pierre Trudeau, las políticas de Estados Unidos y Canadá se
distanciaron aún más.  Trudeau eliminó las armas nucleares del territorio canadiense, reconoció
formalmente a la República Popular de China, estableció una amistad personal con Castro, y redujo
el número de tropas canadienses estacionadas en las bases de la OTAN en Europa.    

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